25.10.09

Festival Mundial de Aves - Salida de Campo

Salida de campo: 19 de octubre de 2009
Coordinación: Mariano Diez Peña, Gonzalo Ignazi y Federico Bedaouin
Texto escrito por Silvana Alzogaray
Partimos a las 8 hs., un total de 10 personas del cruce de la Av. Pioneros y la ruta a Catedral rumbo a Los Rápidos del río Manso y sitios aledaños. Debido a la leve llovizna que comenzó a caer, y presumiendo que iba a continuar por los grandes nubarrones que asomaban en el Oeste, Mariano decidió cambiar el itinerario del recorrido hacia la laguna Juventus. Sabia percepción de un hombre acostumbrado a largas horas en el campo.
Nos sentamos a desayunar antes de iniciar la caminata. El sendero que nos conducía hacia la laguna está inserto en un bosque de ciprés de la cordillera y otras especies como el radal, la laura, la caña colihue, entre otras. Claudio, uno de los integrantes del grupo, llevó cargado en su celular las voces de algunas aves. Al hacer playback de una Colilarga la respuesta fue inmediata, solo que con otra voz que el pajarito tiene. Fue muy interesante verlo desplazarse entre las ramas atraído por el sonido digitalizado. Posteriormente atravesamos un mallin circundado en una parte por grandes hocicadas de jabalí. Como deterioran el suelo esos marranos!!!.
Ni bien avistamos la laguna nos sorprendió un Biguá posado sobre las rocas, aunque la gran sorpresa la tuvo Mariano al escuchar en la margen opuesta de la laguna las voces de un Churrín Grande. Nos hizo detener a todos para apreciar su canto ya que es un bichito que no es muy abundante. “Aquí vuelvo” dijo Mariano, mientras miraba de reojo a Gonza como para que fuera planificando la salida con el equipo fotográfico.
Entre los juncos de la laguna nadaban Patos Barcinos con sus crías.
Mientras caminábamos nos acompañaban las típicas voces del bosque: Peutrén, Chucao, Ralladito, Picolezna... Luego entramos a un bosque de coihue con un sotobosque de caña colihue, para ir en búsqueda de cavidades de Pájaros Carpinteros (un descubrimiento que Mariano quería compartirle a Laura). El bosque parecía ser coetáneo, con fustes poco robustos, salvo algunos ejemplares más añejos, en su mayoría muertos. En los mismos había varias cavidades, situación que llevó a Laura a pensar mucho por qué razón había huecos de nidificación en ese tipo de árboles teniendo en cuenta que el carpintero los practica en árboles vivos. Discutimos que podría deberse a que los nidos fueron construidos cuando aún los árboles estaban vivos y que murieron luego del stress hídrico, sufrido por grandes poblaciones de colihues, después de la sequía del verano del 2000. Un bosque no muy lejano de ñires de divisaba como el posible contenedor de larvas para esas aves tan atractivas. De repente, no recuerdo quién, divisó un nido activo al que Luara marcó como para encomendarle la tarea a Vale. Antes de partir pudimos presenciar “algunos eslabones” de las cadenas tróficas del ecosistema boscoso. Fede encontró, y recogió, plumas de una de las rapaces que investiga: la Lechuza Bataraz, devorada posiblemente por un zorro; seguimos la ruta del plumerío pero la guarida del carnívoro no apareció. En su reemplazo encontramos bosteo de... chancho jabalí???? Silvana metió en una bolsa una muestra para llevarla a un idóneo en fauna ya que todos opinábamos y ninguno sabíamos a ciencia cierta su procedencia. Luego, pegamos la vuelta para dirigirnos a los rápidos del Manso. Allí mateamos un rato y salimos caminar por una de las orillas del río. Si bien no había muchas aves visibles pudimos ver un Peuquito hembra percheando en una rama de un coihue. Gonza lo capturó con su cámara y nos contó que lo vio llevarse entre sus garras a un Huet-huet, aunque parece ser que el passeriforme pudo salir de las mismas pero sin saber nosotros su destino.
Cada tanto nos deteníamos a charlar sobre las aves avistadas y a mirarlas en las guías de campo, sobre todo para aquellas personas que estaban ávidas de aprender un poco más de las aves. Coli, Tere (Pepu) y la otra chica que no recuerdo su nombre. Sus preguntas eran súper interesantes. Inés por detrás del grupo nos fotografiaba sin dar nunca aviso (por eso ella no está en las fotos).
Más que satisfechos, por el espectáculo presenciado, nos volvimos para sentarnos a almorzar; después de unos ricos y calentitos tés retomamos la caminata por la otra margen del río. Nuevamente Claudio acudió a su celular para hacer playback a un par de Remolineras Araucanas que picoteaban invertebrados en la costa de un mallín. A través de los prismáticos pudimos ver como corrían para acercarse a las digitalizadas voces.
De pronto Mariano avistó una pareja de Pato de Anteojos y para divisarlas mejor, nos fuimos caminando rodeando el mallín mientras nos deleitamos con la carrerita tras los bichos de un Sobrepuesto y una Monjita Cara Negra. Ya en la zona de los patos, escondidos entre unos ñires; observamos a la pareja nadando felizmente, muy atento y perceptivo el matrimonio anátido porque salió volando a más no poder. Lo bueno es que nos enseñaron sus hermosos espejos alares de un verde, violeta fantástico.
Continuamos la travesía por un matorral de ñires hacia un bosque maduro de coihues. Otra vez los eslabones de la cadena trófica ante nuestra presencia: Fede encontró plumas de la cola de un Pitío y Silvana un pedazo de ala de un Carpintero Gigante. Un capo el depredador!!!!!!! Por supuesto que las evidencias fueron para el laboratorio para ser corroborados los hallazgos.
Ya en pleno bosque, Mariano nos enseñó en un inmenso coihue su gran descubrimiento de hace años atrás: un nido de Peuquito. Quisimos ver si lo estaban reusando pero debido a la gran altura en la que están construidos fue difícil determinarlo. Luego aparecieron otros nidos Algunos del grupo vieron un individuo haciendo una visita por la zona.
Pegamos la vuelta para dirigirnos a playa Negra. Nos sentamos a la orilla del mallincito a merendar, si bien no pusimos huevos ni mudamos plumas, caminar requirió un gasto energético muy importante!!!!! Con la pancita llena iniciamos el último recorrido de la tarde, hacía frío y llovía. A pesar del mal tiempo las golondrinas no paraban un minuto, en un momento dado los dos grandes fotógrafos del grupo quisieron fotografiar a una “Golondrina marrón”, era diferente a la Patagónica y la Barranquera. Que esfuerzo pobres chicos!!!!!!!!!!!!! Nunca ví seres tan inquietos como esos pequeños emplumados. Resultó ser una Golondrina Zapadora (Riparia riparia).
Nadando, se encontraban parejas de Pato Overo, Pato Maicero y Pato Barcino. Buscamos nidos pero no encontramos. Ya todos subidos a los autos para regresar, Gonza gritó, mientras habría la puerta de la camioneta: “un Albígula”. Por suerte pudimos verlo planear haciendo sus círculos característicos, pero el muchacho migrador se fue rápido al lengal.
Abajo detallamos el listado de especies avistadas durante todos los trayectos realizados.
Fue una salida muy, muy interesante. Ver patos con los anteojos puestos no es un detalle menor!!!
¡¡¡Gracias a todos por la onda!!!

No hay comentarios: