Todo se dió sin otro contratiempo más que el cansancio, un poco de frío en la cumbre (Sí, hicimos cumbre. Si lo dudan están las fotos) y algunos extravíos breves a la bajada... allí donde hay que reingresar el lengal. No hubo muchas especies avistadas o escuchadas, pero sí unas maravillosas vistas de pájaro carpintero gigante (muy cerca, como suele ser) y de cóndores adultos y un juvenil en la cumbre, ¡¡¡muy cerca!!!. Discutimos largamente sobre las diferencias entre Cinclodes fuscus y C. oustaleti... sin llegar a una buena conclusión. También costó reconocer unas camineras (Geositta) en la cumbre... más oídas que vistas. Una curiosidad: apareció de nuevo el (ya común para los COAs) murciélago colorado, Lasiurus borealis, ¡¡¡lo averigüé!!!. Vean descripción y unas fotos feas.
En el último lengal encontramos varias cosas para ir a monitorear esta primavera, que nos dan una buena excusa para volver a subir. Hallamos una plataforma de rapaz bien grande (grande es Justín que la vio), un nidito a medio construir de Picoides (o Pygarrhichas, vaya uno a saber) y un nido de Huet huet en un ex-hueco de carpintero gigante... (de ese sabía yo desde antes, no lo vimos activo en esta época, por supuesto).
También unos huecos enormes y tenebrosos en lengas muy viejas....que parecen dormideros lechuceros.
Por suerte contamos con buenos fotógrafos en cada salida... disfruten de las fotos que mandamos. Hay una foto de Justín que es para jugar como "buscando a Wally" pero con un cóndor sobre la inmensidad de un valle con tapiz de lengas coloridas.
Valió la pena, la pasé muy bien, gracias a todos los que vinieron porque fueron ¡muy linda compañía!
Valeria
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